Dimensiones de la caja: Cm 15x11x2.5. Interior: bandeja de plexiglás que contiene n. 2 cubiertas diferenciadas por color de fondo con n. 40 tarjetas cada una. Dimensiones de la tarjeta: 6.6×10 cm. Material de la tarjeta: tarjeta dúplex plastificada con esquinas redondeadas. Dimensiones del folleto plegable: Cm 40×28.
Las Reglas del Juego
Un número variable de jugadores puede participar en el juego de «Il Mercante in Fiera Calabrese». Se juega con dos mazos idénticos de 40 cartas cada uno y en cada carta se representa una imagen diferente. Sólo el color de la parte trasera de las dos cubiertas es diferente, una es naranja y la otra es azul. El juego involucra a un subastador, también llamado Mercader, que puede ser uno de los mismos jugadores. Primero, el subastador recoge de cada jugador una apuesta acordada, la misma para todos, luego toma uno de los dos mazos (por ejemplo, el azul), lo baraja o lo hace barajar y entrega una cantidad igual de cartas a cada participante, quedándose con el resto para la subasta. Por lo general, el subastador se asegura de que alrededor de un tercio o un cuarto de la baraja total permanezca a su disposición (por ejemplo, si hay 12 jugadores, cada uno recibe 2 cartas y 16 permanecen en la baraja).
Las cartas restantes (las de la baraja azul, en nuestro ex.) se subastarán, una o más a la vez, a voluntad del subastador, que tendrá que sacar todo su espíritu y elocuencia para que la subasta sea atractiva e hilarante y para conseguir el máximo dinero posible de los compradores. ¡Después de todo, vender es un arte! La regla es que, antes de entregar el papel al mejor postor, el subastador repite solemnemente la invitación a pujar tres veces. Puede ofrecer las cartas declarando la cantidad o en la oscuridad, es decir, escondiéndolas para que nadie sepa su número (obviamente en este último caso el subastador, si también es un jugador, no podrá pujar). Una vez finalizada la subasta, la suma recaudada (con las apuestas iniciales y las subastas) se divide por los premios (normalmente un primer premio muy sustancial y otros gradualmente más bajos).
Teniendo en cuenta el número de participantes, se sorteará entonces al azar (normalmente apelamos a la inocencia de los niños presentes) y se colocarán tapadas sobre la mesa de 3 a 6 cartas de la baraja noutilizadas anteriormente (en nuestro ejemplo la naranja), que serán las cartas de la suerte a las que se asociarán los premios. Para mantener un nivel de suspense aún mayor, una de las cartas cubiertas puede dejarse sin premio, por lo que los jugadores que permanezcan en el juego hasta los últimos compases del mismo serán todos ganadores excepto uno.
En este punto el subastador comenzará a descubrir, una tras otra, todas las cartas perdedoras (del mazo azul). De vez en cuando uno de los jugadores tendrá en su mano una carta que representa una imagen idéntica (pero con el dorso naranja) a la llamada, las dos cartas así combinadas serán descartadas. Al final, todas las cartas perdedoras se habrán descartado, excepto aquellas idénticas (excepto por el color del dorso) a las cartas de la mesa. Estas cartas serán entregadas y los ganadores serán coronados, quienes recibirán el premio correspondiente. Como puedes adivinar, un jugador particularmente afortunado podrá ganar aún más premios. ¡Diviértete!
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